Combos genéricos vs componentes individuales: comparación de costos reales

Si alguna vez te han recetado un medicamento combinado -como uno que contiene dos fármacos en una sola pastilla- y te sorprendió su precio, no estás solo. Muchos pacientes y hasta algunos médicos asumen que estos combos son más baratos por conveniencia. Pero la realidad es otra: en muchos casos, comprar los componentes por separado como genéricos puede costar hasta 15 veces menos.

¿Qué son los combos genéricos y por qué importa su precio?

Los combos de dosis fija (FDC, por sus siglas en inglés) son medicamentos que combinan dos o más principios activos en una sola pastilla. Son comunes en el tratamiento de la hipertensión, la diabetes tipo 2, el colesterol alto o el VIH. La idea suena lógica: menos pastillas, mejor adherencia. Pero cuando esos componentes ya tienen versiones genéricas baratas, el combo puede convertirse en un gasto innecesario.

En 2016, el programa Medicare de EE.UU. gastó $925 millones más en combos de marca que si hubiera comprado los mismos fármacos por separado en su versión genérica. Eso no es un error de cálculo: es un sistema que permite a las farmacéuticas cobrar precios altos por productos que técnicamente ya existen en versión económica.

El ejemplo más claro: metformina + otro fármaco

La metformina es uno de los medicamentos más baratos del mundo. En Walmart, una caja de 30 pastillas de 500 mg cuesta apenas $4. Pero cuando se combina con sitagliptina (en Janumet) o alogliptina (en Kazano), el precio salta a $472 o $425 por mes. ¿Cómo es posible?

La respuesta está en la estrategia de las farmacéuticas: cuando un fármaco pierde su patente, pero el otro sigue protegido, la empresa lanza un combo con el genérico y el nuevo fármaco. El resultado: el paciente paga el precio del innovador, aunque uno de los componentes sea tan barato como un paquete de azúcar. Esto se llama evergreening: extender la vida comercial de un medicamento con combinaciones artificiales.

En el caso de Janumet, la metformina representa más del 90% del volumen del medicamento, pero solo una fracción del costo. El resto del precio se debe a la sitagliptina, que sí está patentada. Pero si el paciente compra metformina genérica por $4 y sitagliptina genérica (cuando esté disponible) por $30, el total sería menos de $35 al mes. En cambio, el combo cuesta más de 10 veces eso.

¿Por qué los combos no son siempre más baratos?

Mucha gente piensa que combinar dos medicamentos en una pastilla debe ser más barato que comprarlos por separado. Pero eso solo es cierto si ambos son genéricos. En la práctica, los combos de marca suelen costar entre 50% y 60% del precio de dos medicamentos de marca, pero 300% a 1500% más que la suma de sus genéricos.

Un estudio de IQVIA mostró que, en promedio, un combo cuesta lo que un 1.6 de los componentes individuales. Es decir, si cada pastilla cuesta $10, el combo cuesta $16, no $20. Pero si los componentes son genéricos y cuestan $1 y $2, el combo puede costar $50. Eso no es economía: es explotación del sistema.

En Europa, el caso de Nexlizet (ezetimiba/bempedoico) es ilustrativo. La ezetimiba lleva años como genérico y cuesta menos de $1 al día. Pero al combinarla con el fármaco nuevo (bempedoico), el precio sube a $12 al día en EE.UU. y $5 en la UE. El fabricante no baja el precio porque sabe que los sistemas de salud no comparan con genéricos: solo ven el combo como un producto único.

Un médico y un paciente comparando precios de medicamentos en una pantalla, mientras una figura corporativa observa.

El impacto en el sistema de salud

Estos combos no solo afectan a los pacientes. Afectan a todo el sistema. En 2021, los combos representaban solo el 2.1% de las recetas en Medicare Part D, pero el 8.3% del gasto total. Eso significa que una de cada 12 recetas de medicamentos era un combo caro, aunque la mayoría de los pacientes tomaran genéricos simples.

El Congressional Budget Office proyecta que, entre 2023 y 2032, Medicare gastará $14.3 mil millones más en combos de marca que si usara componentes genéricos. Eso es dinero que podría ir a otros tratamientos, a más medicamentos para ancianos, o a reducir los costos de los seguros.

Los gestores de beneficios farmacéuticos ya lo saben. Por eso, el 62% de los planes de Medicare requieren autorización previa para cubrir combos caros. Algunos incluso excluyen ciertos combos de sus listas y obligan a los médicos a recetar componentes separados. Es una forma de forzar la economía real: si el paciente puede tomar dos pastillas baratas, ¿por qué pagar tres veces más por una sola?

¿La adherencia justifica el costo?

La industria farmacéutica responde con un argumento común: los combos mejoran la adherencia. Si tomas una pastilla en vez de tres, es más fácil no olvidar. Y es cierto: estudios muestran que la adherencia sube entre un 15% y un 20% con combos.

Pero aquí está el truco: esa mejora no siempre justifica el costo. Un estudio de la Universidad de Michigan encontró que al cambiar a componentes genéricos separados, los pacientes mantenían la adherencia, siempre que se les explicara bien y se les diera apoyo. El problema no es la pastilla, es la comunicación. Si un médico dice: "Este combo es más fácil", pero no explica que puedes ahorrar $400 al mes, el paciente no sabe que está pagando de más.

Además, en pacientes con múltiples enfermedades, los combos pueden ser útiles. Pero no todos los combos son necesarios. Muchos se recetan por costumbre, no por necesidad clínica. La Academia Americana de Cardiología recomienda evaluar cada caso: ¿es el combo realmente mejor para este paciente, o solo más caro?

¿Qué puedes hacer si te recetan un combo caro?

No tienes que aceptar el primer medicamento que te dan. Aquí tienes tres pasos prácticos:

  1. Pregunta si hay genéricos separados. Pide a tu farmacéutico que compare el costo del combo con los componentes por separado. Usa apps como GoodRx o consulta en farmacias como Walmart, CVS o Costco.
  2. Pide una receta para componentes individuales. Muchos médicos no saben el precio real de los genéricos. Si les dices: "La metformina cuesta $4, ¿puedo tomarla por separado con el otro fármaco?", es probable que lo acepten.
  3. Revisa tu plan de medicamentos. Algunos planes tienen "carve-outs" para combos caros. Puedes solicitar una excepción si tu médico justifica que necesitas el combo por razones médicas.

En 2023, Novartis lanzó un programa para reducir el copago de Entresto a $10, pero sigue costando $400 al mes. Mientras tanto, el valsartán genérico cuesta $8. Si tu médico no te explica por qué necesitas el combo, pregúntalo. Tu bolsillo te lo agradecerá.

Un paciente en la farmacia sosteniendo dos opciones de medicamentos, con una vista interna de la pastilla combinada.

¿Está cambiando algo?

Sí. La Ley de Reducción de la Inflación de 2022 permite a Medicare negociar precios de medicamentos caros, y algunos combos ya están en la lista. La FDA también está acelerando la aprobación de genéricos, lo que podría hacer que más componentes se vuelvan baratos.

En 2023, la Comisión de Pago de Medicare recomendó que los sistemas de salud paguen menos por combos que no aporten valor real. Esto significa que, en el futuro, los médicos podrían verse obligados a justificar cada combo caro.

La tendencia es clara: los combos no son inherentemente malos. Pero cuando se usan para cobrar precios inflados por medicamentos que ya son baratos, son un abuso del sistema. Y tú, como paciente, tienes derecho a saberlo.

¿Qué pasa si ya tomo un combo caro?

No te asustes. No tienes que cambiar de un día para otro. Habla con tu médico. Pídele que revise tu tratamiento. Pregunta: "¿Hay una opción más económica que funcione igual?". Muchas veces, la respuesta es sí.

Recuerda: el hecho de que un medicamento esté en una sola pastilla no significa que sea mejor. A veces, es solo más caro. Y tú mereces el mejor tratamiento, no el más costoso.

¿Los combos genéricos son más baratos que los componentes separados?

No siempre. Los combos de marca que contienen uno o más componentes genéricos suelen ser mucho más caros que comprar esos mismos componentes por separado. Por ejemplo, un combo con metformina puede costar $400 al mes, mientras que la metformina genérica cuesta $4. Si el otro componente también es genérico, el total separado puede ser menos de $50. La única ventaja del combo es la conveniencia, no el precio.

¿Por qué los médicos recetan combos caros si hay opciones más baratas?

Muchos médicos no conocen los precios reales de los genéricos. Además, las farmacéuticas promueven activamente los combos con muestras, incentivos y materiales que destacan la conveniencia. También, en algunos sistemas de salud, los combos están incluidos en formularios preferidos, lo que hace que los médicos los receten por defecto. No es negligencia, es falta de información y presión del mercado.

¿Puedo pedir que me cambien mi combo por componentes separados?

Sí, y tienes todo el derecho. Pide a tu médico que revise tu receta. Si el combo contiene componentes genéricos baratos, es muy probable que puedas cambiarlo sin perder eficacia. Algunos pacientes incluso reportan mejor adherencia al tomar pastillas separadas, porque entienden mejor qué están tomando y por qué.

¿Qué pasa si el combo es para el VIH o la hipertensión? ¿También puedo cambiarlo?

En algunos casos, como el VIH, los combos son esenciales porque los fármacos deben tomarse en horarios específicos y en dosis precisas. Pero en la hipertensión o la diabetes, la mayoría de los combos pueden reemplazarse sin riesgo. Estudios muestran que, con buena educación y seguimiento, los pacientes mantienen la adherencia incluso con pastillas separadas. Lo importante es que tu médico evalúe tu caso, no que te receten el combo por defecto.

¿Cómo sé si mi combo tiene componentes genéricos disponibles?

Busca el nombre de cada ingrediente activo en tu receta (por ejemplo, "sitagliptina y metformina"). Luego, busca esos nombres en GoodRx, Farmacias del Ahorro o en el sitio de tu farmacia. Si ves que cada uno cuesta menos de $10, y el combo cuesta más de $200, entonces estás pagando de más. No necesitas un farmacéutico para decirte esto: la información está disponible y es pública.

Próximos pasos

Si estás tomando un combo caro, no lo dejes por miedo. Habla con tu médico. Pide una comparación de costos. Lleva contigo una impresión de los precios de los genéricos. Muchos médicos se sorprenden al ver cuánto se puede ahorrar.

El sistema no está diseñado para que tú lo entiendas. Pero tú puedes aprenderlo. Y cuando lo haces, no solo ahorras dinero: recuperas el control sobre tu salud.