Anti‑inflamatorio: qué son, cómo actúan y cuándo usarlos

Si alguna vez sentiste un dolor que no se iba, probablemente hayas escuchado la palabra "antiinflamatorio". Son fármacos que reducen la inflamación y el dolor, y se usan en todo tipo de situaciones, desde un golpe leve hasta enfermedades crónicas. En esta página te explicamos de forma sencilla cómo funcionan, qué tipos existen y cómo tomarlos de forma segura.

Tipos más comunes de antiinflamatorios

Los antiinflamatorios se dividen en dos grupos principales: no esteroideos (AINE) y corticoides. Los AINE, como ibuprofeno, naproxeno o diclofenaco, actúan bloqueando una enzima llamada COX que produce prostaglandinas, responsables de la inflamación y el dolor. Son los que encontrarás en farmacias sin receta para dolores de cabeza, musculares o menstruales.

Los corticoides, como la prednisona, son más potentes y suelen recetarse para enfermedades autoinmunes o inflamaciones graves. Su mecanismo es más amplio: suprimen la respuesta del sistema inmunitario, lo que reduce la inflamación rápidamente pero también puede generar efectos secundarios más importantes si se usan mucho tiempo.

Además, existen antiinflamatorios naturales que pueden ayudar en casos leves: la cúrcuma, el jengibre o el omega‑3. No sustituyen a los fármacos cuando el médico lo indica, pero pueden complementar el tratamiento y mejorar la recuperación.

Consejos para usarlos de forma segura

1. Lee siempre el prospecto. La dosis recomendada, la frecuencia y el tiempo máximo de uso están ahí para evitar problemas. Nunca excedas la dosis indicada por tu médico o por la etiqueta.

2. No los tomes con el estómago vacío. Los AINE pueden irritar la mucosa gástrica, así que es mejor tomarlos con comida o con un vaso de leche.

3. Controla interacciones. Si usas anticoagulantes, antihipertensivos o tienes problemas renales, consulta al farmacéutico antes de iniciar cualquier antiinflamatorio.

4. Evita el uso prolongado. Si el dolor persiste más de una semana, acude al médico. El uso continuo de AINE puede dañar los riñones, el hígado o el corazón.

5. Presta atención a los efectos secundarios. Dolor de cabeza, mareos, visión borrosa o hinchazón pueden ser señales de que debes dejar el medicamento y buscar ayuda médica.

Recuerda que cada cuerpo responde diferente. Lo que funciona para un amigo puede no ser lo mejor para ti. Si tienes dudas sobre cuál antiinflamatorio es el adecuado, habla con tu médico o farmacéutico; ellos pueden orientarte según tu historial y tus necesidades.

En resumen, los antiinflamatorios son una herramienta eficaz para controlar el dolor y la inflamación, pero su uso responsable es clave para evitar complicaciones. Sigue estos consejos, mantente informado y usa los medicamentos solo cuando realmente los necesites.