Consejos para la cirugía del pene: guía práctica

Si estás pensando en una cirugía del pene, lo primero que necesitas saber son los pasos esenciales para que todo salga bien. No es solo entrar al quirófano, sino también preparar tu cuerpo y tu mente, y seguir bien las indicaciones después. Aquí tienes los puntos clave que te ayudarán a sentirte más seguro y a reducir riesgos.

Antes de la operación

Elige un cirujano con experiencia certificada en urología o cirugía reconstructiva. Pide ver casos similares y preguntar por el índice de complicaciones. No te quedes con la primera opción; la confianza en el profesional marca la diferencia.

Una visita médica completa es obligatoria. El médico revisará tu historial, analizará tus medicamentos y decidirá si necesitas suspender alguno (por ejemplo, anticoagulantes) antes de la cirugía. Si fumas, intenta reducir o dejarlo al menos dos semanas antes; la nicotina dificulta la cicatrización.

Prepárate físicamente: una dieta equilibrada con proteínas ayuda a que los tejidos sanen más rápido. Dormir bien la noche anterior también favorece la recuperación. El día de la operación, sigue las indicaciones de ayuno (generalmente nada de comida ni bebida después de la medianoche).

Gestiona tu ansiedad. Hablar con un amigo, familiar o incluso con un psicólogo puede disminuir el estrés. Llevar una lista de preguntas al médico te asegura que no olvidarás nada importante.

Después de la operación

El primer día en casa, mantén la zona limpia y seca. Usa la solución antiséptica que te haya recomendado el cirujano y cambia los apósitos según las indicaciones. Evita frotar o aplicar presión directa sobre el área operada.

Controla el dolor con los analgésicos recetados, sin exceder la dosis. Si notas dolor intenso que no cede, inflamación muy marcada o cualquier secreción anormal, contacta al médico de inmediato.

Limita la actividad física durante al menos dos semanas. Caminar está bien, pero evita levantar peso, deportes intensos o relaciones sexuales hasta que el profesional lo autorice. Este tiempo permite que los tejidos se consoliden y reduce el riesgo de sangrado.

Alimentación ligera y abundante hidratación favorecen la curación. Incluye alimentos ricos en vitamina C y zinc, como cítricos, frutos secos y legumbres. Si tienes dudas sobre la dieta, pídele al nutricionista del centro médico que te haga una recomendación personalizada.

Asiste a todas las visitas de control. El cirujano evaluará la evolución, retirará puntos si es necesario y responderá cualquier pregunta que surja. No ignores una cita; a veces una pequeña corrección evita problemas mayores.

Recuerda que cada cuerpo reacciona de forma distinta. Sigue al pie de la letra las indicaciones, mantén una actitud positiva y, sobre todo, cuida tu salud. Con estos consejos estarás mejor preparado para la cirugía del pene y para una recuperación sin sobresaltos.