Si alguna vez te has preguntado qué hace la próstata o por qué a los hombres mayores le aparecen problemas, estás en el lugar correcto. Aquí te explico de forma clara qué función tiene, los trastornos más habituales y qué tratamientos están disponibles hoy.
La próstata es una glándula del tamaño de una nuez que se ubica bajo la vejiga y rodea la uretra. Su principal tarea es producir un líquido que forma parte del semen, ayudando a nutrir y transportar los espermatozoides. Cuando la próstata funciona bien, no sientes molestias y la micción es normal.
Con la edad, es normal que la glándula cambie de tamaño. Un aumento leve no siempre causa síntomas, pero cuando la próstata se agranda demasiado puede presionar la uretra y provocar dificultades para orinar.
El problema más común es la hiperplasia prostática benigna (HPB). Se trata de un crecimiento no canceroso que afecta a la mayoría de los hombres mayores de 50 años. Los síntomas típicos son chisporroteos al iniciar la micción, necesidad de ir al baño varias veces de noche y sensación de que la vejiga no se vacía por completo.
Para diagnosticar la HPB, el médico suele hacer un examen digital de la próstata, análisis de sangre de antígeno prostático específico (PSA) y ecografía. Con estos datos se decide si es necesario iniciar tratamiento.
Los tratamientos van desde cambios simples en el estilo de vida –como reducir la cafeína y el alcohol, evitar beber líquidos antes de acostarse– hasta medicamentos que relajan los músculos de la próstata o disminuyen su tamaño. Uno de los fármacos más citados es el finasterida, que actúa sobre la hormona responsable del crecimiento prostático.
En los últimos años han ganado popularidad los procedimientos mínimamente invasivos. Técnicas como la termoablation, la resección transuretral (RTU) con láser o la vaporización con plasma ofrecen resultados similares a la cirugía tradicional, pero con menos dolor, recuperación rápida y menor riesgo de complicaciones. El artículo "Procedimientos mínimamente invasivos para la hiperplasia prostática benigna" profundiza en estas opciones.
Si la HPB no responde a los fármacos y los síntomas son graves, la cirugía sigue siendo una alternativa viable. La prostatectomía suprapúbica o la enucleación con láser permiten eliminar el tejido que bloquea la uretra. Después de la cirugía, la mayoría de los hombres recupera una micción normal y mejora su calidad de vida.
Otro problema que preocupa a muchos es el cáncer de próstata. Aunque es la segunda causa de muerte por cáncer en hombres, la detección temprana mediante PSA y biopsia puede salvar vidas. No todos los cánceres requieren tratamiento inmediato; la vigilancia activa es una opción para tumores de bajo riesgo.
En resumen, conocer tu próstata, reconocer los síntomas y acudir al médico a tiempo es la clave. Cambios simples en la rutina, medicamentos y, si es necesario, procedimientos mínimamente invasivos pueden mantener tu salud prostática bajo control.
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