¿Te ha pasado que al llegar a un nuevo destino sientes que algo no va bien? La falta de una buena rutina de viaje es la culpable. No necesitas ser un experto, solo seguir unos pasos simples que te ayuden a mantenerte descansado, hidratado y protegido.
Lo primero es organizar tu botiquín. Lleva siempre los medicamentos que usas habitualmente (antidepresivos, antihipertensivos, etc.) y una pequeña selección de analgésicos, antiácidos y antihistamínicos. Si viajas a lugares donde el clima o la comida pueden provocar malestares, añade suplementos de calcio, magnesio o zinc; la calabaza es genial para la próstata y la vitamina D para la energía.
1. Hidratación constante: bebe al menos 2 litros de agua al día, más si haces ejercicio o el clima es caluroso. Lleva una botella reutilizable y rellénala siempre que puedas.
2. Alimentación equilibrada: busca alimentos ricos en fibra y proteína. Un puñado de frutos secos, yogur y una fruta son suficiente para evitar bajones de energía.
3. Movimiento y descanso: haz estiramientos cada 2‑3 horas si vas en coche o avión. Caminar 10‑15 minutos al día ayuda a prevenir la retención de líquidos y a mantener la circulación.
4. Protección solar y del sueño: usa protector solar incluso en días nublados y lleva una máscara de sueño para los vuelos nocturnos. Dormir en horarios regulares reduce el jet‑lag.
Si sabes que vas a estar mucho tiempo en el avión, prueba con probióticos para cuidar la flora intestinal y evitar el estreñimiento. En destinos con altitud o clima frío, el ginseng y la vitamina C pueden mejorar la tolerancia al esfuerzo.
Para los que temen a los resfriados, lleva siempre un paquete de Vicks Vaporub o una pequeña crema de mentol; ayuda a despejar las vías respiratorias antes de dormir.
Otro detalle que marca la diferencia es tener una lista de farmacias de confianza en tu destino. Busca en internet reseñas de farmacias online locales antes de viajar, así podrás comprar Provera o Nasonex si los necesitas sin contratiempos.
Por último, no subestimes el poder de una buena playlist y un libro ligero. Mantener la mente ocupada reduce el estrés y te ayuda a dormir mejor en cualquier zona horaria.
Con esta rutina de viaje no solo evitas sorpresas médicas, también maximizas tu energía para descubrir cada rincón del mundo. ¿Tienes algún truco que siempre llevas contigo? Compártelo y mejora la experiencia de todos los viajeros.